Es una realidad: el Nuevo Bernabéu ya tiene la novedad más esperada por el madridismo

Los avances en las obras del estadio blanco ilusionan a los aficionados

Enrique Sanz
05 de Agosto de 2023
El estadio del Real Madrid sigue atravesando las fases de su remodelación
El estadio del Real Madrid sigue atravesando las fases de su remodelación

Cuando Florentino Pérez decidió reformar el estadio Santiago Bernabéu en 2019, pocos imaginaban el cambio radical que daría el feudo madridista en tan poco tiempo. La modificación que ha sufrido en el exterior también se empieza a notar en el interior poco a poco, especialmente después de que los avances en las obras del bowl del estadio se hayan convertido en la prioridad.

Con el inicio de las competiciones oficiales a la vuelta de la esquina, los trabajadores encargados de la remodelación del Santiago Bernabéu se están afanando en tener todo lo imprescindible preparado para que los pupilos de Carlo Ancelotti no tengan ningún problema a la hora de disputar los partidos de Liga y Champions League que se celebrarán en la primera parte de la temporada 23/24.

La 'joya' de la corona

Uno de los elementos que será diferencial en cada uno de los partidos disputados en el estadio de Chamartín será el famoso videomarcador de 360º, una funcionalidad nunca antes vista en el fútbol de élite y que tendrá al Santiago Bernabéu como su gran pionero. La instalación de este elemento, después de tantos problemas y requisitos técnicos, ya lleva varios días en marcha y está dando grandes resultados.

Las imágenes que llegan al madridismo desde el interior de las obras de reforma y remodelación del Santiago Bernabéu son más que esperanzadoras. Con la llegada del verano, no muchos creían que el nuevo estadio estaría listo para su inauguración a finales de diciembre de 2023, la fecha límite que se había marcado la directiva liderada por Florentino Pérez después de los últimos retrasos en la reconstrucción.

Sin embargo, la colocación del videomarcador 360º y el anillo LED invitan a pensar que este verano ha sido clave para acercar al Santiago Bernabéu a su forma final y terminar el proceso por el que se convertirá en el primer estadio del siglo XXI, una maravilla tecnológica y una fuente de ingresos sin igual.