El partido Sevilla-Real Madrid no fue un buen encuentro para la disciplina blanca. Además del empate, que se tuvo que conseguir luchando hasta el final, el Real Madrid sufrió un nuevo polémico arbitraje que le anuló dos goles en sendas revisiones por el VAR. Ancelotti, visiblemente molesto con la actuación de Ricardo de Burgos Bengoetxea, tiró de ironía para criticar duramente su actuación en sala de prensa.
Sin embargo, la reacción de Ancelotti tranquila y pausada en el interior del Ramón Sánchez-Pizjuán no fue la única que se vio y que captaron las cámaras. En el fragor del partido, con las actuaciones del colegiado vasco muy recientes, Ancelotti recibió una cartulina amarilla por sus protestas.
Imagen histórica
De Burgos Bengoetxea se le acercó para amonestarle y, según cuentan y se puede ver en las imágenes de televisión, intentó tocar al entrenador del Real Madrid. Ancelotti, molesto y claramente enfadado por el desempeño del árbitro, rehusó mantener cualquier tipo de contacto con él y se apartó bruscamente.
Esta reacción es lógica si se enfoca la actuación de Ricardo de Burgos Bengoetxea desde la persepctiva madridista, con dos goles anulados. Uno por un fuera de juego de Bellingham muy justo y con imágenes tomadas desde las gradas que bien podrían servir para contradecir la decisión del VAR y otro anulado por una supuesta falta que, en un principio, el colegiado no señaló pidiendo a Ocampos que se levantara. Apenas tres segundos después, de Burgos Bengoetxea sí hizo sonar su silbato cuando el Real Madrid ya había lanzado el contragolpe que acabó en el tanto de Bellingham.
Suele pasar
Este no es el primer episodio de grandes desavenencias entre Carlo Ancelotti y los colegiados. Aunque el entrenador italiano siempre se ha caracterizado por su elegancia y compostura, incluso hasta los más educados pierden los papeles en algún momento cuando consideran que se están siendo injusto con ellos.