Los incidentes ocurridos en el último derbi madrileño entre Atlético de Madrid y Real Madrid han vuelto a poner sobre la mesa uno de los problemas más graves que enfrenta el fútbol moderno: el fanatismo desmedido.
Julio Maldonado, más conocido como Maldini, fue contundente en su valoración tras los lamentables actos que obligaron a suspender el partido durante 10 minutos. "Los fanáticos son lo peor del fútbol. En realidad, el fanatismo es nocivo en cualquier faceta de la vida. Y sí, jamás confundamos pasión con fanatismo", sentenció el reconocido periodista.
Los fanáticos son lo peor del fútbol. En realidad el fanatismo es nocivo en cualquier faceta de la vida. Y sí, jamás confundamos pasión con fanatismo.
— Julio Maldonado (@MundoMaldini) September 29, 2024
Lo que debía ser una fiesta del fútbol se transformó en un espectáculo bochornoso cuando varios aficionados del Atlético comenzaron a lanzar objetos —incluidos mecheros y botellas— hacia Thibaut Courtois, exjugador colchonero y actual portero del Real Madrid. Estos actos obligaron al árbitro a detener el encuentro, creando un clima de tensión innecesario que no tiene lugar en un deporte que se vende como espectáculo global.
Radicar la violencia en el fútbol
El problema, tal como lo destaca Maldini, es la confusión entre pasión y fanatismo. Mientras la pasión en el fútbol es lo que mueve a millones de personas alrededor del mundo a seguir a sus equipos, el fanatismo es una distorsión tóxica que lleva a algunos a traspasar los límites de lo aceptable.
Los incidentes del Metropolitano no son aislados, sino parte de una peligrosa tendencia donde un sector de la afición cree que el odio al rival forma parte del juego. Maldini acierta al señalar que el fanatismo no solo es perjudicial en el fútbol, sino en cualquier ámbito de la vida.
Actitudes como las vistas en el derbi deben ser condenadas de manera firme, no solo por los clubes, sino por las propias instituciones del fútbol. El deporte rey no puede permitirse seguir siendo rehén de una minoría violenta que empaña su imagen y lo aleja de los valores que debería representar.