En la fiesta de los penaltis del Real Madrid hay un nuevo invitado exclusivo. Lo que parecía una disputa entre Mbappé y Vinicius ha cambiado, y ahora Jude Bellingham también quiere su parte del protagonismo. Lo que antes era una asignación clara para los lanzadores, esta temporada se ha convertido en un acuerdo sobre la marcha entre los jugadores en el campo. Sin reglas fijas, se deja que los futbolistas decidan en el momento.
Tcho le pregunta a Mbappe quien tira el penalti y Mbappe enseguida mira y se la pasa a Vinicius porque le toca.
— Mourinhismo𓃵 (@Mourinhismo__) September 18, 2024
Bellingham se lo pide tirar a Vinicius y el brasileño ni se lo piensa y le cede el penalti.
Vamos a ganar la 16 por el poder de la amistad. pic.twitter.com/pIBFw1sijX
Aunque al principio parecía que la competencia sería entre Vinicius y Mbappé, el partido de Champions dejó claro que Bellingham también tiene intenciones de ser uno de los lanzadores. Frente al Stuttgart, cuando el VAR intervino, quedó claro que Jude también se siente capacitado para tomar esa responsabilidad. La pregunta que surge ahora es si tres jugadores para un solo puesto de lanzador son demasiados.
El acierto está garantizado
Hasta ahora, la asignación de penaltis ha sido fluida. Contra Las Palmas fue Vinicius quien lanzó, frente al Betis fue Mbappé, y en San Sebastián se repartieron: primero Vini y luego Kylian. Todo parecía estar bajo control hasta el partido ante el Stuttgart, donde un penalti provocó una nueva conversación entre los jugadores.
En esa ocasión, Mbappé le cedió el balón a Vinicius, quien parecía listo para lanzar, pero Bellingham apareció de repente y pidió el balón. La decisión fue rápida y sin problemas: Vini le entregó el esférico, pero antes de que Jude pudiera lanzar, el VAR anuló la jugada.
Aunque no se cobró el penalti, quedó claro que Bellingham quiere formar parte de los lanzadores. Con un historial impecable (tres penaltis convertidos en tres intentos), Jude tiene argumentos para que se le tome en cuenta en futuras decisiones desde los once metros.