El Real Madrid es uno de los pocos baluartes del fútbol tradicional que restan en el continente europeo. La llegada de los clubes Estado y otro tipo de propiedad de los clubes de la élite europea ha provocado que los mercados de traspasos se conviertan en auténticas 'guerras' de precios de las que la entidad blanca suele mantenerse alejado.
Impecable
Esta situación provoca que casi todos los clubes de esta élite futbolística europea tengan pérdidas multimillonarias al final de la temporada. No el Real Madrid, que ha logrado arrojar beneficios y resultados positivos incluso en la temporada más complicada, cuando se suprimieron repentinamente todos los ingresos por los abonados, las entradas y los patrocinadores: la campaña 19/20 estuvo muy marcada por el impacto del COVID-19.
La gestión realizada por Florentino Pérez desde que regresó a la presidencia del Real Madrid ha permitido seguir levantando trofeos al mismo tiempo que se renovaba la plantilla: el mejor ejemplo es el elenco actual de futbolistas, una colección de jóvenes estrellas listas para 'asaltar' Europa durante los próximos quince años.
Dato mata relato
Todos estos cambios se han llevado a cabo sin gastar un euro de más y planificando cuidadosamente los movimientos tanto dentro como fuera del mercado de traspasos. Por eso, el club blanco no aparece 'retratado' en ninguna lista de los 10 fichajes más caros del mundo. Quienes intentan instalar el debate y la falsa narrativa de que el Real Madrid solo vive de la 'cartera' están tremendamente equivocados.
De hecho, la única mención que hay al Real Madrid es el traspaso de Cristiano Ronaldo en dirección al Juventus de Turín en erano de 2018, una transacción por la que el equipo bianconero pagó los 117 millones de euros que se ven reflejados en la décima posición de este particular ránking.
Sin embargo, quienes presumen de 'cantera' han hecho tres de los diez fichajes más caros de la historia: Coutinho, Dembélé y Antoine Griezmann. Estos tres futbolistas dieron y siguen dando un rendimiento más que discreto, imposible de rentabilizar si se compara con lo que costaron originalmente: 390 millones de euros.