La pésima situación económica e institucional que está atravesando el FC Barcelona sigue teniendo repercusiones en otras secciones del club. Joan Laporta se ha asegurado de destinar todos los recursos que tiene disponibles para fortalecer la posición del Barça de fútbol masculino, lo que deja al aire las carencias financieras y administrativas de otras partes del club.
La más notoria es la sección de baloncesto. Aunque el Barça se había configurado en los últimos quince años como una de las grandes potencias del baloncesto europeo, su declive está siendo especialmente turbulento y noticioso. La primera señal de esta caída es el despido de Nikola Mirotic.
Primer caso
El ala-pívot de Montenegro, uno de los jugadores más llamativos del Real Madrid en su momento, decidió regresar a nuestro país desde la NBA para "ganar títulos". Se colocó como el referente y el jugador mejor pagado de la plantilla azulgrana con un contrato que era sostenible antes de la gran crisis en la que está atrapada la entidad.
La imposibilidad de mantener su ficha de 10 millones de euros anuales ha llevado a Joan Laporta a despedirle de forma unilateral, un movimiento que se ha replicado en las últimas horas en un caso quizá más grave que el del jugador montenegrino. Cory Higgins es el último afectado por la mala situación que vive el Barça.
Inesperado
El base cayó lesionado hace varios meses en un partido con el equipo azulgrana y tuvo que someterse a una complicada cirugía para reparar los daños que había sufrido. Su recuperación se hacía larga y el equipo ya estaba acostumbrado a no contar con él mientras volvía a su mejor estado de forma.
En este estado convaleciente, Higgins ha recibido la noticia de que el Barça rescinde unilateralmente su contrato. Todavía no se ha recuperado de una lesión de larga duración provocada mientras jugada para el equipo catalán, el mismo que ha decidido rescindir su contrato sin previo aviso y sin acuerdo con el propio deportista aludiendo al "cumplimiento del Plan de Viabilidad Económica" creado por Joan Laporta.
Por estas acciones el Barça se enfrentaría a dos nuevos juicios. Nikola Mirotic y ahora Cory Higgins podrían tener argumentos más que de sobra para llevar a la entidad presidida por Joan Laporta a los juzgados administrativos por estas rescisiones unilaterales de sus contratos, algo que no estaba previsto y que suponen medidas tremendamente impopulares. Sobre todo si se hace con jugadores lesionados de larga duración que podrían no tener una segunda oportunidad.