El escándalo por el 'Caso Negreira' no deja de sorprendernos. Este asunto que protagoniza el FC Barcelona es el mayor escándalo de la historia del fútbol español. A pesar de ello, son muchos los que intentan justificar y defender que el conjunto culé le haya pagado 7 millones de euros al que fuera vicepresidente de los árbitros en el pasado. Ya se sabe, el relato...
Un episodio de todo este tema fue el 'chivatazo' del hijo de Negreira a la entidad azulgrana diciéndole que Clos Gómez iba a pitar la final de Copa del Rey del 2017. Esto ocurrió tres meses antes de dicho encuentro.
Pues bien, a pesar de la gravedad del asunto, hay quien lo justificó afirmando que esa designación ya se podía esperar. Así pues, aseguraban que era lógico que el colegiado que se retira al final de una campaña pite ese tipo de partidos. Sin embargo, hay un dato que evidencia esta idea.
Antes de mencionarlo, cabe destacar que el choque entre el CA Osasuna y el Real Madrid lo dirige Sánchez Martínez. El murciano, además de estar investigado por la Fiscalía Anticorrupción, seguirá en activo la próxima temporada. Por tanto, hay algo no cuadra en el relato que nos intentan transmitir.
Vosotros diríais que la final de la Copa del Rey la suele pitar un árbitro que se retira ese año?
— Steizam (@Steizam) May 3, 2023
Y si os dijese que esa condición solo se ha cumplido 4 veces en los últimos 20 años?
Mirad con quiénes xd pic.twitter.com/j87tZB6Px8
No obstante, el asunto va más allá. Eso que muchos vendieron para defender lo que no tiene defensa, solo ha ocurrido cuatro veces en los últimos veinte años, como bien se puede leer en este tweet.
Estadística demoledora
Los números hablan por sí solos y la realidad es que la excusa que pusieron para defender al hijo de Negreira cae por sí sola. Conviene señalar que esta temporada se retiran Matheu Lahoz y Del Cerro Grande, ambos colegiados UEFA y que misteriosamente molestan a Medina Cantalejo.
Pues bien, estos dos no arbitrarán la final de Copa a pesar de que el próximo año no ejercerán de árbitros en activos. Por ello, son señales que no huelen nada bien.