Las declaraciones de Koke tras el derbi no solo fueron preocupantes por su falta de autocrítica, sino que además parecieron culpar indirectamente a la víctima de los intentos de agresión: Thibaut Courtois.
Aunque el capitán del Atlético de Madrid reconoció que "no puede pasar en un campo de fútbol" y llamó a la inteligencia de los jugadores, sus palabras también señalaron al propio Courtois, quien fue el objetivo de los objetos lanzados desde la grada.
🗣️ @Koke6, sobre lo sucedido con Courtois
— DAZN España (@DAZN_ES) September 29, 2024
"Que no vuelva a pasar esto en un campo de fútbol, pero por 4 no podemos perjudicar a toda nuestra gente"
"Como jugadores tenemos que ser más inteligentes"#LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/k4E7KWplDJ
Koke habló de la celebración de Courtois tras el gol de Militao como si esta fuera la chispa que encendió la violencia: "Somos profesionales y tenemos que saber dónde estamos y ser inteligentes".
Falta de autocrítica
Esta afirmación, aunque disfrazada de generalidad, claramente apunta a Courtois, como si su gesto hacia la grada justificara, al menos parcialmente, la lluvia de mecheros y el intento de agresión que obligaron a detener el partido. ¿Desde cuándo la víctima de una agresión es responsable por celebrarlo en el estadio donde juega como visitante?
Es inadmisible que el capitán de un equipo se posicione de esta manera en una situación tan delicada. Lo que debería haber sido una condena rotunda a la violencia por parte de la afición, se diluye en un discurso que apunta a la supuesta "falta de inteligencia" del propio Courtois.
En lugar de asumir responsabilidad y condenar con fuerza la actitud de los hinchas que atentaron contra la seguridad del portero, Koke desliza la culpa hacia el propio jugador, quien en ese momento solo celebraba un gol.
Este tipo de mensajes, lejos de pacificar o educar a la afición, pueden alimentar la narrativa de que las provocaciones justifican comportamientos violentos. Una actitud inaceptable de un capitán que, en lugar de defender el juego limpio, terminó justificando lo injustificable.