El conjunto de Carlo Ancelotti comenzó dominando el encuentro en todo momento y sometiendo al equipo vigués en su campo. El Real Madrid tuvo rápidamente la primera ocasión del partido tras un gran remate de cabeza de Camavinga, pero Guaita sacó una buena mano para evitar el tanto del francés.
De nuevo, el equipo merengue estuvo cerca de anotar tras un centro preciso de Valverde que estuvo a punto de rematar Lucas Vázquez a bocajarro. Finalmente, el Real Madrid encontró su premio después de un lanzamiento de esquina donde Rüdiger conectó un cabezazo y en el rechace, Vinicius anotó el primero .
Control total del partido
Los blancos siguieron sometiendo al Celta en todo momento y de nuevo, Camavinga estuvo cerca de anotar con un disparo colocado al poste izquierdo. El Real Madrid no dio ninguna oportunidad al conjunto de Benítez y encadenó varias ocasiones de peligro, pero Guaita evitó que el resultado fuera más abultado.
El Celta apretó en los minutos finales de la primera mitad, pero el conjunto de Ancelotti supo mantener la compostura. La segunda mitad comenzó más disputada con el equipo vigués más vivo, aunque el Real Madrid no tardó en volver a retomar el control del encuentro.
Los goles llegaron al final
Los blancos fueron tentando la portería rival y Brahim estuvo cerca de marcar el segundo, pero de nuevo, Guaita sacó una buena mano ante el potente golpeo del madridista. Segundos después, Rodrygo tuvo otra oportunidad clarísima, aunque su disparo dentro del área fue a las manos del portero rival.
El Real Madrid no dio prácticamente oportunidades a un Celta sin ideas, aunque le costó encontrarse con el gol. Finalmente, la suerte estuvo del lado blanco y Rüdiger con un tremendo testarazo anotó el gol de la tranquilidad tras que el rebote pegara en la espalda de Guaita.
El conjunto de Ancelotti no bajó el ritmo y de nuevo, la fortuna volvió a estar del lado del Real Madrid, ya que en un centro de Vinicius, Carlos Domínguez se anotó en propia puerta. Sin embargo, la guinda del encuentro la puso Güler tras marcar el cuarto tanto después de regatear al portero y sacar un buen disparo sin prácticamente ángulo. El Real Madrid completó un partido prácticamente perfecto, sin apenas errores y sin conceder oportunidades al rival.