El FC Barcelona ha dado a conocer el resto de sus equipaciones para la temporada 23/24 en medio de una gran polémica. Aunque las segundas y terceras equipaciones suelen tener colores totalmente diferentes y que no se asocian normalmente con los clubes que las llevan, la jugada del club presidido por Joan Laporta ha generado mucho debate.
Una de las equipaciones visitantes del Barça para la presente temporada tiene una camiseta totalmente blanca, con los logos de los patrocinadores en el clásico color azul que forma parte de la paleta de la entidad catalana. Aunque el pantalón tenga este mismo color azul y las medias retengan la mezcla azulgrana en rayas horizontales, la decisión de Nike ha llamado mucho la atención.
¿Parecidos razonables?
Tanto dentro como fuera del club y de sus aficionados. El barcelonismo ha acogido este anuncio con cierta suspicacia, especialmente por lo llamativo de la camiseta blanca, el elemento identificativo del Real Madrid por excelencia. Este deseo de parecerse a la entidad presidida por Florentino Pérez, quizá expresado en el uso de una camiseta blanca sin ningún tipo de elemento decorativo, podría no ser casual.
El club blanco es el único de la élite futbolística europea que mantiene sus cuentas con beneficios, al contrario de un Barça que todavía tiene que resolver 900 millones de euros de deuda según las cifras ofrecidas por el propio Joan Laporta en una de sus últimas entrevistas.
Además, es innegable que los aficionados culés están buscando regresar a lo más alto de la máxima competición continental después de nueve años seguidos de fracasos tanto dentro como fuera de la Champions League: su paso por la Europa League, una competición que el club blanco ganó cuando la disputó, tampoco ha sido del todo satisfactorio para los hinchas del Spotify Camp Nou.